Salvo que seas un romántico de los que están volviendo a realizar labores del campo con caballería, lo habitual es que una de las primeras inversiones a las que te enfrentas como nuevo agricultor o ganadero es la compra de un tractor. Se trata de un herramienta clave, no precisamente barata, cuya elección traer muchas satisfacciones, o muchos disgustos si no se reflexionado bien acerca del uso que se le va hacer, y lo que se espera de él. A continuación exponemos los puntos más importantes a nuestro juicio.
Taller cercano. Y es que tarde o temprano, el tractor acabará visitando el taller, por lo que interesa tener un taller cercano. Aunque este factor va siendo cada vez menos necesario, gracias al desarrollo de buenos talleres móviles, los sistemas de telemetría y la normativa TMR ("Tractor mother regulation"), que obliga a los fabricantes a facilitar el Acceso a la Información de Reparación y Mantenimiento (RMI) a operadores independientes.
Características de la explotación. El tipo de trabajos que se vayan a realizar en la explotación, va a condicionar una serie de factores: la potencia (cv/kg), el tipo de tracción y de transmisión, los aperos que se van a utilizar, y resto de elementos de trabajo – sistema hidráulico, toma de fuerza, brazos…Resulta obvio que hacen falta tractores muy distintos para un cultivo extensivo, para un viñedo o para una explotación ganadera; pero para acertar con el modelo que más se ajuste a tus necesidades, una de dos o vas con los deberes hechos antes de visitar el concesionario, o buscas a alguien de confianza al que pedir consejo especializado.
Y ya con todos estos factores a tener en cuenta, toca ponerse a investigar sobre precios y prestaciones. En este sentido, es muy conocida en el sector una iniciativa para aportar transparencia, que puede ahorrar tiempo e incertidumbre a la hora de la compra de un tractor. Y si la inversión para tener un tractor en propiedad sobrepasa tus posibilidades, siempre puedes empezar alquilando o incluso subcontratando, una tendencia cada vez más actual.
Por último un consejo muy tonto, pero nunca se sabe. ¡Cuidado con las dimensiones de lo que compras!, no vaya a ser que tengas que ampliar la puerta o subir el tejado, si quieres que el tractor duerma en el garaje.